Alquiler de coches en Menorca
Para simplificar la disposición de las carreteras de Menorca, podríamos describirla como la espina dorsal de un pez, con el puerto de Mahón como boca, una carretera principal (Me-1) que la atraviesa como una espina, desde Mahón, la capital actual, hasta Ciutadella, la capital antigua, y con una miríada de espinas, o carreteras secundarias, que, partiendo de la carretera principal dispuesta casi horizontalmente en los mapas, la conectan con las urbanizaciones y playas de las costas norte y sur.
La única indicación para los visitantes de esta zona de estacionamiento restringido en Es Castell de Menorca serán unas señales o carteles (escritos en catalán) a la entrada de la zona en cuestión.
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Aquí también depende de sus preferencias. También en la isla de Menorca encontrará una serie de reseñas de los numerosos restaurantes de Menorca. Así como una serie de consejos sobre los mejores restaurantes de Menorca donde comer, pescado, carne o paella. (Los mejores restaurantes de Menorca).
Si quieres sentirte más protegido (en caso de que padezcas alguna enfermedad en particular o si viajas con niños pequeños) te recomiendo un seguro privado que cubra el periodo de tus vacaciones. Esto tiene la ventaja de permitirle acceder sin coste alguno a las clínicas privadas de la isla, evitándole quizás las colas veraniegas en las urgencias del hospital o en la consulta del médico.
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No todos los coches son iguales ni todos los viajes necesitan el mismo vehículo. Al reservar un coche hay que tener en cuenta el número de personas, el equipaje y las rutas que se van a seguir. Por ejemplo, si desea visitar las montañas o recorrer la isla por caminos de tierra, deberá reservar un coche adecuado para estas zonas.
No te salgas de los caminos o rutas señalizados y deja el coche en zonas específicas para ello. Las carreteras de tierra de la isla también están señalizadas, pero hay que conducir con cuidado para evitar accidentes.
Alquiler de coches en Menorca: consejos
Otro día de playas blancas con fondos arenosos y aguas transparentes: dejando el coche en el aparcamiento gratuito de Cala Mitjana, llegamos a la playa a través de un pinar. Al llegar temprano por la mañana, sólo los pájaros y algunos turistas más disfrutaban con nosotros de la paz de aquel paraíso. Los acantilados abrazaban la playa, formando una deliciosa cala de aguas poco profundas y, como la mayoría de las playas de Menorca, tranquilas.
De vuelta al coche, nos dirigimos al no muy lejano faro de Cap de Cavalleria, uno de mis favoritos: de color blanco, sobresale en un acantilado sobre el azul intenso del mar y para llegar a él hay que recorrer a pie el último tramo de carretera.
Antes del faro, a la derecha, encontrará el camino que conduce a las playas de Cala Presili, Platya d’en Tortuga, Cala Morella Nou y, si desea alargar el paseo, Es Grau. Queriendo visitar también Mahón en el día, no llegamos hasta Es Grau, pero disfrutamos de Platja d’En Tortuga (o Arenal de Morella), una playa virgen con vistas al faro y una exuberante vegetación detrás.
